Nuestro ser está formado por 3 yoes ó 3 cuerpos energéticos, cada YO tienen una función diferente, el primer YO o AUHANE como lo llaman los hawaianos Kahunas, es nuestra mente consciente y racional, ella sólo puede dar órdenes y recrear imágenes, no almacena información la analiza, el segundo YO o UNIHIPILI es nuestra mente inconsciente o niño interno, es nuestro banco de memorias desde el inicio de los tiempo, allí está la información que nos hace vivir cada experiencia buena o mala, feliz o dolorosa, ésta mente sólo puede emitir frecuencias emocionales y es la única que puede comunicarse con las altas esferas “Dios” a través de la carga emocional que contienen las imágenes recreadas por la Auhane, el tercer YO o AUMAKUA “Dios” es quien se encarga de procesar la información que recibe para traerla de vuelta.
Es decir que la mente consciente reacciona por la carga emocional de mí inconsciente, esas frecuencias emocionales son enviadas a Dios y recibo exacto lo que pido.
El revés llega a causa de factores externos, que no podemos ver, y muchas veces ni sentir, porque mis 3 yoes están funcionando siempre de manera adecuada; éste factor que no es tomado en consideración a la hora de analizar nuestros problemas es de vital importancia si quiero liberarme y ser oído; así como nosotros tenemos ángeles guardianes y guías espirituales que nos ayudan y vienen a socorrernos también existen alias o espíritus “negativos” que solo quieren nuestra luz.
Funciona de la siguiente manera: la mente consciente – Auhane – envía la imagen (deseo, petición, futuro…) de lo que se quiere a través de una oración, petición, mapa del tesoro, ritual… la mente inconsciente – Unihipili – requiere de una gran dosis de mana o energía vital par mandar la imagen, esto se siente como un cosquilleo que recorre el cuerpo (la energía positiva) pero cuando éstos seres “vampiros” están pegados a nosotros no permiten que nos carguemos de buena energía, cuando ocurre ellos se la quedan y nuestro nivel baja, se vuelve imposible mantener la conexión con buenos pensamientos, buenos deseos, hay más estrés, cansancio, depresión, conflictos… y no es posible atraer las cosas buenas que queremos (sin energía no hay vida). Al contrario se atrae más de lo mismo, y éstos seres se mantienen chupando nuestro Mana o fuerza vital a fin de mantenernos controlados.
Así es como llegan las enfermedades, escases de dinero, separaciones, pérdidas de la estabilidad y caos, sin saber qué ni por qué esto sucede.
Aquí es donde la Terapia “HUNA” entra en acción, comienza el uso experimental de diferentes técnica de sanación y liberación a través de sesiones que remueven cada implante de energía errónea. Cuando se trata de energías el tiempo y la distancia no existe, cualquier persona en cualquier lugar del mundo tiene libre acceso a la terapia.
Por Corina Zambrano
Consultor de Feng Shui/ Sanadora Holística
corinatauro@gmail.com
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