Dame un punto de apoyo y moveré la tierra.

Dame un punto de apoyo y moveré la tierra.

somos agua pero todavía morimos de sed, aire pero aún no sabemos cómo elevarnos, fuego pero incapaces de dar calor, tierra pero nos asusta volver a ella, somos dioses con complejo de hombre, capases de crear un universo unicamente nuestro,pero nos falta amor, y fe.

¿Se acerca el fin del mundo?

Padre Roberto Figueroa.

“No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan. ¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? …… Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso.



Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan…. Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día”. Mateo 6. 25-33

Una de las características de la materia es que un día llegará su aniquilamiento o su final. Todas las cosas, por más grandes que sean, un día se acabarán, no importa los millones de años que tengan de existencia o los millones de años que les quede de vida, un día todo terminará.
Conocemos el principio físico de: “la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Pero a la luz de la fe afirmamos que todo el mundo material Dios lo creó de la nada y un día a la nada volverá. Ciertamente que nuestra esperanza está en que veremos “cielos nuevos y tierra nueva”, pero el mundo como lo conocemos, llegará a su fin.
Desde hace miles de años, en diferentes culturas, se ha presentado el fin del mundo como una realidad. El pueblo de Israel habla de destrucción en su literatura apocalíptica; los aztecas trataban de retrasar el aniquilamiento de todo con los sacrificios humanos; el pseudo-profeta Nostradamus también señaló en su libro de profecías cuándo será el final de mundo. En nuestros días, algunos medios de comunicación se valen de la cuenta larga del tiempo Maya para hablar de la inminente destrucción y muerte de la humanidad.
Programas de televisión y películas cinematográficas se agregan al tema del fin del mundo. Este año 2012 lo han cargado de superstición y sensacionalismo, se cree que el 21 de Diciembre de este año aparecerá el desastre.
Esto me hace recordar la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses donde se habla de la segunda venida de Cristo. Para los primeros cristianos, incluyendo al Apóstol, era inminente la llegada del Hijo de Dios. ¿Qué tuvo como consecuencia la presentación de este tema por parte del Apóstol? Que la gente dejó de trabajar y de realizar sus ocupaciones, pues pensaban que ya no tenía caso trabajar dado que estaban a punto de partir a la casa de Dios. Es por esto que en la segunda carta a los Tesalonicenses, san Pablo reprende a esta comunidad diciéndoles: “el que no trabaje que no coma”.
Por ser el fin del mundo un tema tan importante, no es extraño que en el Evangelio algunos judíos se acercaran a Jesús para pedirle su opinión y asesoría. Lo interesante es que, ante la pregunta ¿cuándo sucederá esto? Jesús, en su respuesta, se dirige mas bien a la manera de comportarnos, Él nos invita a permanecer firmes en la fe y perseverar en la práctica del bien y del amor.
Mas que satisfacer una curiosidad, el Señor Jesús instruye a sus oyentes en lo que importa verdaderamente: la manera de vivir; hay que estar preparados y alertas porque no sabemos ni el día ni la hora. El conocido refrán: “el que nada debe nada teme” aquí cabe de maravilla, ya que no podemos reducir nuestra vida a sólo un momento. La vida es tan valiosa, que cada instante lo debemos disfrutar al máximo. Nuestro comportamiento tiene que ser el mejor, debemos hacer que la vida, nuestra vida, valga la pena. No podemos desperdiciar con un comportamiento desenfrenado y sin sentido el extraordinario regalo que recibimos.
Hay tantas oportunidades en la vida y sobre todo, hay tanto por hacer, que más que pensar en el final, lo que debemos hacer es ocuparnos “en el aquí y en el ahora”. ¿De qué nos sirve saber que el mundo se terminará en Diciembre del 2012 si este mismo instante lo estoy desperdiciando?, ¿De qué nos sirve saber que faltan 20 mil años para la destrucción total si HOY no hacemos lo que debemos o lo que nos corresponde? o ¿si estamos sumergidos en el ocio y la pérdida de tiempo?.
Solamente contamos con el presente y por esto mismo, lo que hay que hacer es aprovecharlo. Por alguna razón se nos dice: “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” y no por nada Jesús nos menciona en el Evangelio que “cada día tiene su afán”. De la ya tan conocida canción de Napoleón: Vive, la frase que a mí, en lo personal me llega más, es “vive la vida intensamente…. Luchando, lo conseguirás”.
El gran reto que tenemos es el de vivir intensamente, sin la mortificación de un final, sino con la alegría de saber que muchas cosas hermosas están por llegar o que podemos provocar en esta gran aventura que se llama VIDA.
“Busca primero el Reino de Dios y su justicia y lo demás se te dará por añadidura

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