Un propòsito

Dios tiene un propòsito para cada uno de sus hijos ... Y es que a veces, muchas veces, no entendemos por què nos suceden tantas cosas al mismo tiempo, tanto asì, que parecerìa que todo se confabula en contra nuestra; ya por una enfermedad, desempleo, crisis en el seno del hogar con nuestra familia, nuestros hijos, nuestra vida sentimental; llegando al extremo de pensar que la vida se ensaña con nosotros; que Dios nos ha olvidado, o que nos està castigando duramente, por tal o cual motivo ... y nuestra fe, nuestro ànimo, decaen tanto, que nos dejamos abandonar facilmente en brazos de la desesperaciòn.

Las consabidas frases, \"¿Por què Dios mìo?\", \"¿Por què me pasa esto a mì?\" no tardan en aparecer en nuestros labios como muestra evidente de la impotencia y desconsuelo, pero que màs que eso, lo que ello refleja es una falta enorme de fè y seguridad en Dios, y en su poder infinito ... Es la palpable actitud de un corazòn dèbil que ante el menor tropiezo cae y se hace añicos, cual fràgil cristal, porque no alcanza a comprender que para todo cuanto nos sucede Dios tiene un propòsito y Èl sabe lo que hace y por què lo hace; teniendo en cuenta que nuestro Padre Celestial no es un Dios castigador, y que las cosas malas que nos suceden no provienen de Èl, sin embargo, està listo para ampararnos.

Dios tiene un propòsito para cada uno de nosotros, porque aùn desde antes de estar en el vientre materno, Èl ya nos conocìa y sabìa que nos tenìa preparado para nuestro futuro ... Quizàs en sus planes estaba que tenìamos que conocer un poco del sabor amargo de las miserias que el mundo material nos ofrece, para darnos cuenta y reconocer la diferencia de estar con Èl y caminar junto a Èl. Quizàs tenìa en sus planes que perdièramos lo que màs amabamos para asì doblegar nuestro orgullo y nuestra autosuficiencia, y de esta manera acercarnos a Èl con humildad y con un corazòn limpio y dispuesto a aceptar Su voluntad. Quizàs sea necesario morir a la vida terrenal, para despertar a la plenitud de la vida espiritual y encaminarnos hacia la inmortalidad, convencidos de que ese el propòsito que Dios tiene para nosotros.

ENTONCES ... PREGÙNTALE A DIOS CUAL ES EL PROPÒSITO QUE TIENE PARA TÌ.