Dame un punto de apoyo y moveré la tierra.

Dame un punto de apoyo y moveré la tierra.

somos agua pero todavía morimos de sed, aire pero aún no sabemos cómo elevarnos, fuego pero incapaces de dar calor, tierra pero nos asusta volver a ella, somos dioses con complejo de hombre, capases de crear un universo unicamente nuestro,pero nos falta amor, y fe.

Dos historias, Un destinos.


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1ª Historia Cierta vez, un niño entró en la sala de emergencias de un hospital tras haber sido atropellado...

1ª Historia

Cierta vez, un niño entró en la sala de emergencias de un
hospital tras haber sido atropellado. El conductor que lo
auxilió, al solicitársele que efectuara el depósito necesario
para atender al niño, informó que no poseía en ese momento
efectivo o cheque que pudiera dejar en garantía, pero que, si
el hospital aceptase, efectuaría el depósito a primera hora de
la mañana.

La enfermera, ante la imposibilidad de ordenar que el niño
fuera atendido, fue a consultar el caso con uno de los
directores del hospital que, justamente esa noche, estaba de
guardia. El doctor no dio la orden de atenderlo, hecho que
condujo a la muerte de la criatura.

Cuando un rato después, el médico fue llamado para firmar
el deceso del niño, descubrió que éste era su hijo, quien pudo
haberse salvado si hubiese sido atendido...



2ª Historia

Antonio, un padre de familia cierto día cuando regresaba del
trabajo se encontró con un embotellamiento de tránsito
infernal y notó que un señor conducía apresuradamente,
cortándole el paso a todo el que podía al tratar de abrirse
paso entre los vehículos. Cuando se aproximó al carro de
Antonio, se le atravesó de una manera tan brusca que por
poco ocurre una colisión.

En ese momento, Antonio tuvo deseos de insultarlo e
impedirle el paso, pero luego pensó:

- ¡El pobre! Está tan nervioso y apurado... ¡Sabrá Dios si
tiene un problema serio y necesita llegar cuanto antes a su
destino!

Con estos pensamientos, detuvo por completo su auto y lo
dejó pasar. Al llegar a casa, Antonio recibió la noticia de que
su hijo de tres años había sufrido un grave accidente y había
sido llevado al hospital por su esposa.

Inmediatamente se dirigió al hospital; al llegar, su esposa
corrió a sus brazos y lo tranquilizó diciéndole:

- Gracias a Dios todo está bien. El médico llegó justo a
tiempo para salvar la vida de nuestro hijo; ya está fuera de
peligro.

Aliviado, Antonio pidió hablar con el médico para agradecerle.
Cual no sería su sorpresa cuando vio que el médico era ese
señor nervioso y apurado a quien le había cedido el paso casi
una hora antes...

DOS DESTINOS
Hay que estar siempre dispuesto a ayudar al prójimo,
independientemente de su apariencia o condición económica.
Trata de ver a los demás más allá de las apariencias.
Imagina que, detrás de esa actitud que no entiendes, existe
una historia, un motivo que puede llevar a esa persona a
actuar de una manera determinada

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