Fuiste planeado para agradar a Dios

Dios no necesitaba crearte pero decidió hacerlo para su propio deleite. Nuestro primer propósito debe ser agradar a Dios con nuestra vida.
“En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados
según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio
de su voluntad, a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra
esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria” (Efesios 1:11-12)
· Dios nos dio 5 sentidos. Podemos disfrutar y sentir placer porque Dios nos creó a su imagen. A veces olvidamos que Dios también tiene emociones, siente las cosas muy a fondo. La Biblia dice que Dios se aflige, se enoja y se pone celoso; se conmueve y siente compasión, lastima y tristeza, alegría y satisfacción. Dios ama, se deleita, siente placer, disfruta y hasta se ríe. Por ejemplo la Biblia dice:”El rey de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos. En su enojo los reprende…” (Salmos 2:4) “El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor” (Salmos 103:8).
· Agradar a Dios se conoce como “adoracion”. La Biblia dice que el Señor: “se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor” (Efesios 1:11-12). Todo lo que hagas para complacer a Dios es un acto de adoración. Los antropólogos han advertido que la adoración es un anhelo universal; Dios puso en nosotros esa necesidad innata de buscarlo, de relacionarnos con El. Si no adoramos a Dios, encontraremos un sustituto para adorar, y hasta podríamos acabar adorándonos. Jesús dijo: “Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren” (Juan 4:23). La adoración es un estilo de vida.
· La adoración es mucho más que musica. Todas las partes del servicio en la iglesia son actos de adoración, no solo la música. En realidad el origen de la adoración es anterior a la música. Adán adoraba en el jardín del Edén, pero la música se menciona por primera vez en Génesis 4:21. ¿Que pasaría con los sordos, si la adoración fuera solo música? La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de la canción. Dios ama todos los estilos de musicales. No existe un estilo de música más bíblico para adorar a Dios. En la Biblia no hay notas musicales. Tu estilo de música preferido dice más de ti (entorno social, cultural y personalidad) que de Dios. Pero a Dios le gusta la variedad y disfruta los estilos. La música cristiana no existe como tal: solo existe la música con letra cristiana. Lo que convierte una canción en sagrada son las palabras, no la melodía.
· La adoración no es para beneficio propio. Adoramos para beneficio de Dios. Nuestro motivo deber ser glorificar y agradar a nuestro Creador. En Isaías 29 Dios se queja de la adoración poco entusiasta e hipócrita. El pueblo le estaba ofreciendo oraciones desanimadas, alabanza fingida, palabras vacías. No podemos llegar al corazón de Dios con la tradición en la adoración, a Dios lo conmueve la pasión y el compromiso. La Biblia dice: “Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón esta lejos de mi. Su adoración no es mas que un mandato enseñado de hombres.” (Isaías 29:13).
· La adoración no es parte de tu vida, es tu vida. Se nos dice que debemos “…buscar siempre su rostro” (Salmos 105:4) “Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor” (Salmos 113:3). En la Biblia, la gente alababa a Dios en el trabajo, en el hogar, en las batallas y hasta en la cama. Cualquier actividad puede transformarse en un acto de adoración cuando lo hacemos para alabar, glorificar y complacer a Dios. “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo…” (Colosenses 3:23). ¿Cómo es posible hacer todo para la gloria de Dios? Lo es si actuamos como si lo estuviéramos haciendo para Jesús, y conversando con El mientras lo hacemos. “En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). El trabajo se convierte en adoración cuando se lo dedicamos a El y lo llevamos a cabo conscientes de su presencia. ¿Alguna vez te has enamorado? Pensabas en la persona todo el tiempo, querías escribir cosas sobre el o ella, querías hablar solo con esa persona. La verdadera adoración se trata justamente de: enamorarse de Jesus.

Punto de Reflexión: Fui planeado para agradar a Dios.

Versículo para recordar: “Porque el Señor se complace en su pueblo” (Salmo 149:4a)

Preguntas para considerar:
- ¿Qué puedo comenzar a hacer como si lo hiciera directamente para Jesús?