
Lo primero que un buscador de la verdad debe comprender es el propósito de la vida. tan pronto como una alma comienza a sentirse sobria de la intoxicación del mundo, la primera cuestión que se pregunta es: "¿cual es el propósito de mi vida?". cada alma tiene su propio propósito pero al final todos los propósitos convergen en uno solo, y ese propósito es el objetivo de la búsqueda del místico. Porque todas las almas, a través del camino correcto y del erróneo, más pronto o más tarde, llegarán a ese propósito -un propósito que debe ser alcanzado, un propósito para el que toda la creación ha sido proyectada- pero la diferencia entre el alma que busca conscientemente y el alma que lo hace ciegamente es algo así como la que hay entre el material y el hacedor del mismo. la arcilla y el alfarero trabajan hacia la consecución del cántaro, pero es el gozo y el privilegio de éste último el sentir la felicidad del propósito cumplido.
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