
"..Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser

brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en tu interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en todos y cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Es por eso tan necesario que cada uno de nosotros reciba lo que es, y trabaje para desplegarlo.
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